a veces el tango me hace emocionar mucho...

aunque parecería que no tiene que ver conmigo;

porque no tengo muchos discos, porque no tengo posters,

porque no lo escucho diariamente,

porque pocas veces he tenido una charla acerca de su estilo;

logra llegarme hasta el alma, siento que el pecho se me hunde,

me da una cosa rara en el estómago,

como una piedra que me hace cosquillas,

y hasta humedece mis ojos dejando, si quiero,

que salgan algunas lágrimas...

pero me hace bien escucharlo

leo su verdad y oigo su lamento, su bronca, su pasión...

y siempre, siempre, me hace pensar en Buenos Aires...

llena de gente y solitaria, melancólica...

y pienso cuanto y como me gusta este lugar...

y siento que es una música que me pertenece y es parte de mi...

y eso se siente bien.